miércoles, 13 de mayo de 2009

miércoles, 6 de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

Imagen de un rosario

Misterios del rosario

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)

1. La Encarnación del Hijo de Dios.
2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.



MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)

1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.



MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.



MISTERIOS LUMINOSOS (jueves) [1]

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La autorevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía

Oraciones del rosario

SEÑAL DE LA CRUZ

+Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
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ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca mas pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.
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PADRE NUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
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AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
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JACULATORIAS
Puede usarse una de estas dos:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia. (Oración de Fátima).
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SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración. Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo; concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
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El santo rosario

Modo de rezar el santo rosario:



1. Hacer el signo de la cruz y rezar el símbolo de los apóstoles o el acto de contrición

2. Rezar el Padrenuestro

3. Rezar 3 Avemarías y Gloria.

4. Anunciar el primer misterio. Rezar el Padrenuestro.

5. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

6. Anunciar el segundo misterio. Rezar el Padrenuestro.

7. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

8. Anunciar el tercer misterio. Rezar el Padrenuestro.

9. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

10. Anunciar el cuarto misterio. Rezar el Padrenuestro.

11. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

12. Anunciar el quinto misterio. Rezar el Padrenuestro.

13. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.

14. Rezar la Salve.

Cuentos a la virgen maría

El día era muy triste por la lluvia constante en el barrio de Luján, sin embargo los peregrinos no mostraban en sus caras rastro alguno de ella. Venían cantando alegres y a la vez cansados. Estaban ansiosos por llegar a ver a la Virgen para poder pedirle una súplica en especial o darle gracias de lo recibido. En fin, todos iban por diferentes motivos pero quien les daba el ánimo y las fuerzas de seguir adelante era la misma persona; la Virgen María.


Cuando se encontraron en el final de su camino, es decir, en la Gruta de la Virgen de Lujan, todos se hallaban moribundos y con los pies ampollados, pero ninguno lloraba a causo de dolor, sino que la razón de su llanto era el haber podido llegar allí a venerar a la Santísima Madre.


El descanso que tuvieron no duró mucho tiempo, a nadie le importaba; todos estaban ansiosos porque ya iría a comenzar la procesión.

Entre canciones, rezos y lecturas la tarde se fue consumiendo. Había sido una tarde primaveral en que el sol siempre estuvo presente.

Al final de la procesión con misa incluida, cada persona en su corazón le volvería a hacer una promesa a la Virgen para así regresar el año siguiente.

Todos en común le rezaron el Dios te Salve a la Madre Santísima.

Fue entonces que al día siguiente emprendieron el camino de vuelta con la alegría de haber podido estar allí ese año y, aunque sabían lo que el camino les traía preparado; venían con el corazón lleno de paz interior.

FIN